El amor que yo te tengo
va más allá de los mares,
es más fuerte que los vientos,
y ocupa tanto lugar
como ocupa el firmamento.
El amor que yo te tengo
es tan puro como un niño;
es tan grande lo que siento,
que no me cabe en el pecho…
Y, si tú no me quisieras,
seguiría caminando,
seguiría andando en ella,
porque el amor es libertad
y no se puedo comprar.
Pero qué bien el pensar
que formas parte de mi vida,
y también de mi cantar.
Poema perteneciente a «Cándida».
Imagen del cuadro de Leonid Afremov.