Ella no toca el piano,
ella acaricia las teclas,
caricias da como un amante.
He visto danzar su alma,
por cada nota escuchada,
la mía se abrió al instante,
porque la música es
la belleza del momento
aflorar cada emoción
enamorarte del arte.
Te deja libre, agraciada,
te hace olvidar la tristeza
te hace recordar de nuevo
que la vida es un instante.
Ella no toca el piano,
ella acaricia las notas,
que vuelan por todo el aire,
haciéndome que no olvide,
que siempre, lo que no se ve,
en verdad es lo importante.
Marisa M. Sánchez