Es mi cuerpo
un templo sagrado,
donde vivo,
donde reino,
donde siento.
Es mi cuerpo
real y auténtico,
perfecto para vivir,
para crecer, para soñar,
para la mujer que soy
y habita dentro.
Es mi cuerpo
tan bueno, tan sabio
tan fiero…
Es mi cuerpo,
con todas sus partes,
recordatorio de mi madre
y de mis ancestros.
Es mi cuerpo lumbre
para amarme,
para cuidarme
para el respeto.
Es mi cuerpo
el que entrego
al amar, con abrazos,
con besos, con sexo…
Es mi cuerpo,
una gran verdad
y un fiel compañero
al que quiero
al que amo
al que acepto.