Hay relaciones hermosas, sanas, que nutren y creces en ellas y con ellas.
Hay relaciones donde el respeto, la libertad y la reciprocidad son una constante.
Donde el cuidado está asegurado.
Donde la alegría se hace mayor al ser compartida.
Donde las tristezas empequeñecen porque encuentran unos oídos que escuchan y unos brazos donde arroparse.
Hay relaciones donde puedes mostrarte tal y como eres. Con todas tus luces y sombras. Con toda tu vulnerabilidad. Con la mayor confianza.
Donde tus errores son perdonados porque no somos infalibles. Y donde, igualmente, disculpas los fallos del otro.
Esas relaciones son las que hay que cuidar y alimentar, porque ellas hacen que la vida merezca la pena.
Porque son tan hermosas como un amanecer.
Tan cálidas como el sol de mayo.
Tan tiernas como un niño en el regazo de su madre.
Esas relaciones te harán saber lo que es verdadero y genuino.
Ellas harán que no quieras otro tipo de trato. Que marches de aquellas donde sólo te ofrezcan migajas.
Esas relaciones son de amor. De ese que viene del alma y simplemente te eleva.
Esas relaciones te enseñarán también todo lo que no quieres en esas otras en las que no eres valorado como mereces.
Porque mereces todo bonito. Todo el respeto y consideración. Todo el amor del mundo.
Marisa M. Sánchez
Hay relaciones donde el respeto, la libertad y la reciprocidad son una constante.
Donde el cuidado está asegurado.
Donde la alegría se hace mayor al ser compartida.
Donde las tristezas empequeñecen porque encuentran unos oídos que escuchan y unos brazos donde arroparse.
Hay relaciones donde puedes mostrarte tal y como eres. Con todas tus luces y sombras. Con toda tu vulnerabilidad. Con la mayor confianza.
Donde tus errores son perdonados porque no somos infalibles. Y donde, igualmente, disculpas los fallos del otro.
Esas relaciones son las que hay que cuidar y alimentar, porque ellas hacen que la vida merezca la pena.
Porque son tan hermosas como un amanecer.
Tan cálidas como el sol de mayo.
Tan tiernas como un niño en el regazo de su madre.
Esas relaciones te harán saber lo que es verdadero y genuino.
Ellas harán que no quieras otro tipo de trato. Que marches de aquellas donde sólo te ofrezcan migajas.
Esas relaciones son de amor. De ese que viene del alma y simplemente te eleva.
Esas relaciones te enseñarán también todo lo que no quieres en esas otras en las que no eres valorado como mereces.
Porque mereces todo bonito. Todo el respeto y consideración. Todo el amor del mundo.
Marisa M. Sánchez