La adicción es un apego malsano.
La adicción es una pérdida de libertad, una esclavitud para tu vida, una limitación para tu propia existencia.
Hay muchos tipos de adicciones, no solo las drogas, que también. Es adicción todo aquello en lo que pones el foco de atención y te subyuga.
En esta sociedad materialista, hay mucha adicción al dinero.
Y el dinero debe estar al servicio de las personas y no las personas al servicio del dinero.
Los medios te hacen creer que ahí reside la felicidad. Y muchos viven tristes porque no pueden permitirse obtener todos esos llamados lujos que aporta el dinero.
Pero es una falacia.
Porque el dinero es preciso y necesario para cubrir unas necesidades, pero nada más.
Y la sociedad de consumo crea más y más supuestas necesidades, generando una profunda frustración.
Hay adicciones de todo tipo:
A la aprobación ajena, al qué dirán a las apariencias, a las relaciones, a juzgar a los demás…Y así hasta la saciedad.
En la medida en que el hombre se desapega de sus adicciones, se encuentra más cerca de la felicidad, cuando eso es lo que vamos buscando con las adicciones: la felicidad, la seguridad.
Pero buscamos en lugar equivocado, porque la felicidad reside en tu propio corazón, en todo aquello hermoso que eres y te niegas o no sabes ver. En la alegría de vivir.
Es un error buscar en el exterior lo que tenemos tan cerca, lo que está en nuestro interior.
Porque el ser humano, en esencia, es amor y es felicidad.
A mayor desapego de tus adicciones, más cerca de ti estarás. Y cuanto más cerca de ti mayor será tu felicidad