Las lágrimas purifican tu alma.
Las lágrimas son una expresión de tristeza.
Y no hay ninguna excusa para ocultarlas.
Las lágrimas son un desahogo de tu emoción.
Puedes también llorar de alegría o de risa.
Las lágrimas te recuerdan que eres humano y vulnerable.
Y no hay nada más hermoso que ser humano y sentirte humano.
Porque no hay que avergonzarse de las emociones como si de un tabú se tratara.
Porque todos lloramos a veces.
Y está bien.
Y es necesario y preciso.
Al igual que a veces reímos fuerte y con ganas.
Tus lágrimas y tristeza vienen a contarte algo.
Déjalas fluir como el agua fluye en el mar.
Y siéntelas con paz.
Porque todos tenemos nuestros días, en que no estamos para nadie.
En que nos ahoga la pena.
Y ese día pasa. Y vuelves a ver la luz tras el túnel.
Y vuelves a encontrarle sentido al camino.
Te sientes liberada de tu tristeza porque has llorado tranquila.
Porque esa es la vida, un pasar y un transcurrir de bienaventuranzas.
Otras veces de lo que llamamos problemas.
Pero lo bueno es saber, que de todo se aprende, que no estás solo.
Y que siempre hay quien te comprende y consuela.
Marisa M. Sánchez