Los niños son el futuro,
ojos inocentes
corazón ávido de amor.
Son la confianza plena,
son travesura y canción.
Los niños son la ternura,
la belleza, el alma pura.
Los niños son los maestros,
haciendo del día presente
en verdad, una aventura.
Son sinceridad, emoción,
nos retan con sus preguntas,
nos recuerdan quienes fuimos:
unos rebeldes, otros duda,
otros color.
Todos los niños son sueños,
no conocen limitación:
dejemos que libremente
se muestren tal como son.
Demos amor sin medida,
ese que todos guardamos
muy dentro del corazón.
Los niños, son cada uno,
un regalo, una bendición.
Marisa M. Sánchez